El comportamiento rebelde lo encontramos como fases en el desarrollo de los niños y adolescentes de manera normal. Lidiar con un hijo rebelde de 17 años es bastante común, en la etapa de la adolescencia es donde más rebeldes pueden llegar a ser.
Se encuentran en una etapa donde están a punto de dejar de ser adolescentes para ser adultos jóvenes, es importante saber cómo tratarlos para que puedan seguir su desarrollo sin muchos conflictos.
En esta edad, sienten la necesidad de controlar su entorno, para ellos eso es madurar y por tal razón demandan autonomía. Es aquí donde caen en la rebeldía en busca de ese poder.
Descubre aquí diversos consejos que te pueden ayudar a mejorar la relación con un hijo rebelde de 17 años.
Resulta importante saber manejar estas situaciones. De lo contrario, puede crearse una brecha en la relación entre padres e hijos, nada satisfactoria para el ambiente familiar, pudiendo tener consecuencias fuertes.
Consejos para orientar a tu hijo rebelde de 17 años
Es importante orientarlos en esta edad crucial, de lo contrario los conflictos pueden llevarlos hasta la vida adulta y el nexo entre padres e hijo se puede ver afectado aún más.
Comunicación como clave
En esta edad es necesario hablar de manera clara y directa con nuestros hijos, ya no son unos niños y entienden perfectamente las cosas. Ya no se encuentran en una etapa donde puedan ser sugestionados.
La comunicación entre ambas parte puede estar mal, esto es algo común en esta edad. Ellos encuentran más confianza fuera de casa, en la mayoría de los casos porque como padres lo permitimos al creer que no nos necesitan.
Resulta ser todo lo contrario, un hijo nunca deja de necesitar nuestro afecto y atención. Cuando no la tienen, se vuelven resentidos o buscan la manera de que se les haga caso, pero no lo hacen directamente sino con acciones rebeldes.
Para tratar con un hijo rebelde de 17 años debes entender la etapa que atraviesa
Los conflictos en esta etapa suelen surgir por una lucha de poderío, el adolescente cree merecer más autonomía de la que tiene y el padre o madre degrada esa autonomía imponiendo la suya.
Se debe concretar un buen balance, como padres debemos entender que no son niños y debemos liberarlos un poco, pues en nada serán adultos que se deben valer por sí mismos.
Ahora bien, el hijo debe entender que siempre sus padres serán una figura a respetar y que siempre quieren lo mejor de nosotros. Tener cierta edad no te libra de ser irresponsable y es necesario saber escuchar la voz de la experiencia.
En definitiva, ambas partes deben coincidir en armonía, no es fácil, pero se debe tratar.
Descubrir cuál es el motivo por el cual se torna rebelde
El adolescente en cuestión puede tornarse rebelde por una infinidad de causas, y es poco probable que exprese sus motivos de una manera directa.
Es por ello, que es necesario que lo descubramos, es necesario conocer mejor a tu hijo para saber que le puede estar pasando. En esta etapa la rebeldía es en su mayoría intencional, pues puede que haya algo que no le gusta como lo manejas.
La rebeldía puede surgir por ejemplo por una nueva pareja que tengas, porque no le permites hacer determinadas cosas, porque siente que lo ves como un niño, entre múltiples causa más.
Lo recomendable es que descubras si hay un motivo, frustración o sentimiento que tu hijo expresa en forma de rebeldía.
No te enfoques solo en lo negativo
Puede que esta edad te parezca que tiene más comportamientos negativos que positivos, pero no es así. Siempre habrá cosas positivas que pasamos por alto gracias a que nos fijamos solo en lo malo.
Si la interacción con ellos es solo para hacerle ver lo malo, se perpetuara este comportamiento negativo y se sentirá frustrado aun cuando haga cosas buenas.
Por ello, debes tratar de centrar esos aspectos positivos que posee y tratar de reforzarlos, animándolo a que continúe con tales conductas deseables. Es aquí donde se puede mejorar la relación entre ambos y la relación con tu hijo rebelde de 17 años mejorará.
Actúa con razonamiento al tratar con tu hijo rebelde de 17 años
Las acciones que pongas en práctica para que la conducta de tu hijo mejore, deben ser meditadas y justas. En muchas ocasiones nos cegamos por la rabia que genera su comportamiento y los castigos no se ajustan realmente a la conducta que se busca castigar.
Es necesario además ser coherentes con la aplicación de reglas y normas al tratar de disciplinar.
Compararlo es un error
Uno de los errores más comunes en los padres, comprarlos con alguien más. No es recomendable compararlo con nadie, eso solo causará frustración y la rebeldía aumentará.
Cada persona es libre de vivir sus propias experiencias y tomar sus propias decisiones, no puede tomarlas en función de lo que se crea correcto en alguien más.
Lo puedes orientar a cosas buenas, pero no aspirar que se comporte igual que alguien más.