En la historia de este bosque flotante se esconde parte de la historia de la II Guerra Mundial.
La ciudad de Sidney en Australia acoge una gran cantidad de bahías llenas de barcos hundidos y abandonados con una gran historia tras ellos.
Por su orografía llena de playas, calas, bahías y riberas fluviales, Sidney es una ciudad donde se esconden más de 200 barcos hundidos con una interesante y apasionante historia detrás.
En la bahía de Homebush, donde el mar de Tasmania se adentra en la ciudad formando el cauce del río Parramatta, en esta zona que fue olímpica en el año 2000, y a mediados del siglo pasado estaba destinada al desguace de navíos en los años 60. Ahora se podría considerar que es un cementerio de barcos desde principios de los años 70 del siglo pasado.
Llegaban a este sitio despojados de armamento con el objetivo de reutilizar alguna de sus partes para otros barcos. Con el paso del tiempo, estas naves no se utilizaron nunca más y quedaron abandonados en la bahía.
El SS Ayrfield es un viejo buque que se usó con frecuencia durante la Segunda Guerra Mundial, a menudo viajando entre Newcastle y Sídney, Australia.
Se construyó a principios del S.XX en Reino Unido. Fue comprado por el gobierno de la Commonwealth y utilizado para el transporte de suministros y mercancías a las tropas estadounidenses que se encontraban estacionadas en Sin embargo, después de que el barco fue retirado en la década de 1970, fue dejado en la bahía tras el cierre del astillero de desguace no lejos de la costa y asumió un propósito completamente nuevo. Las plantas comenzaron a crecer en lo que quedaba del casco del barco, que finalmente se convirtió en un exuberante bosque en el que fue originariamente un barco de vapor.
Hoy en día, puedes ver árboles de manglar completamente crecidos en el oxidado casco de la nave abandonada, proporcionando un contraste único con el exterior del barco.
la región del Pacífico durante la segunda Guerra Mundial primero, y para el transporte de carbón posteriormente.
Por la localización y accesibilidad, la actual arboleda dentro de su cubierta principal, se ha convertido en un increíble bosque flotante de 102 años de edad, siendo este el asombroso resultado de 4 décadas de continuo crecimiento de los árboles de mangle en la bahía de Homebush.
Otros barcos como SS Heroic, SS Mortlake Bank, Meggol o HMAS Karangi son ejemplos de barcos que descansan en esta pequeña bahía y lo acompañan desde que el tiempo se paró allá a principios de los años 70.
Ahora están rodeados de modernos y lujosos edificios cuyas vistas a la pequeña bahía lo hacen una estampa muy especial.
Pasear por la orilla de rio te muestra una pequeña muestra de la historia, ya que todos estos barcos están ahora protegidos por Patrimonio del Gobierno australiano desde 1976.
Si vas a visitarla bahía aprovecha si esta la marea baja para acercarte un poco más y descubrir más sobre su historia. Sin duda estos navíos están llenos de anécdotas e historias interesantes por contar.