¿Qué hacer para que mi hijo no me tenga miedo?

Un hijo es un tesoro, es por ello que queremos lo mejor para su bienestar y su propio beneficio. Que mi hijo no me tenga miedo es una de las cosas que más no importan, aun cuando

Es por ello, que en ocasiones debamos poner carácter para que su comportamiento lo lleve con bien. Pero al mismo tiempo, queremos que vean en nosotros un refugio, que puedan contar con nosotros para cualquier cosa y en cualquier situación.

De esta manera, buscamos un balance perfecto entre respeto y amistad, pero no siempre será fácil mantener dicho balance. Cuando tratamos de disciplinarlos, es posible ocasionemos un resultado alejado al que esperamos.

Cuando en vez de respetarnos, el niño pasa a tener miedo de nosotros, pasamos a tener un problema de confianza que debe ser solucionado.

Miedo y respeto

Se trata de dos cosas totalmente distintas, ambas se encuentran muy cerca de la otra. Cuando educamos a nuestros hijos, siempre queremos la primera, pero en muchos casos, sin darnos cuenta, pasamos a la segunda.

Fijar alguna de las dos en un niño, tendrá resultados muy distintos. Un niño con respeto hacia sus padres puede tener confianza hacia los mismos, pero en el caso de tener miedo, la confianza se ve comprometida.

Al presentarse el segundo caso, el temor los lleva a ocultar muchas cosas, lo que determina una fuga en la relación entre ambas partes. Por ello, es necesario resguardar el balance correcto entre respeto y confianza.

¿Cómo saber cuál de los dos casos muestra mi hijo hacía mí?

Es importante determinar cuál de los dos casos es el que define nuestra relación con los niños. Pues, es de mucha importancia que ellos puedan ver en nosotros un figura que los ayude y oriente, más allá de que como padres podamos juzgarlos y reñirle por sus acciones.

Desarrollo del miedo en tu hijo

Un niño puede desarrollar signos de miedo cuando:

  • Su opinión es suprimida y se le deja fuera de todo juicio.
  • Cuando se les falta el respeto.
  • Es humillado por cuál motivo, de frecuencia con la finalidad de hacerle saber que hizo algo errado. Está mal y es un hábito que se debe considerar dejar de usar.
  • Se le compara con alguien más, como otro niño, más aún cuando la comparación es con relación a un hermano o hermana.
  • Usamos la expresión “porque yo lo digo y ya está”, siempre es meritorio explicarle los motivos a los niños, se refuerza mejor la disciplina de esta manera.
  • Ante la imposición de castigos sin justificación alguna, siempre es necesario hacerle saber al niño porque está siendo castigado. De esta manera, es menos probable que lo vuelva a hacer.
  • Sufre gritos de manera constante.
  • El castigo físico es usado. Este punto, aparte de estar errado, es de los principales factores para que un niño nos tema.

Desarrollo de respeto y que mi hijo no me tenga miedo

En respeto en un niño se infunde cuando:

  • Se le enseña que tiene deberes y responsabilidades, por muy simples que sean.
  • Las cosas se les piden “por favor”.
  • Se siente escuchado.
  • Tiene derecho a dar su visión sobre determinados asunto.
  • Son impuestos límites y normas y son justificadas de manera adecuada.
  • Le ofreces buenos ejemplos de comportamiento sin entrar en comparaciones.
  • Los castigos son impuestos de manera justa y explicando por qué son impuestos.

Maneras correctas de disciplinar

Es necesario poner en práctica acciones positivas que permitan que los niños comprendan cuáles son sus obligaciones y responsabilidades. Asimismo, entenderán la manera correcta en que se deben comportar.

A continuación se puntualizan algunas de las recomendaciones para llevar a cabo una correcta disciplina, adecuandola para que mi hijo no me tenga miedo:

  • Enseñar. Es necesario compartir con los niños la diferencia entre lo bueno y lo mano, dejando claro también que toda acción tiene consecuencia.
  • Ser un buen ejemplo de conducta. Los niños son como una esponja y aprenden de su entorno, no tienen un filtro y pueden aprender tanto cosas buenas como cosas malas. Los adultos somos su principal fuente de aprendizaje y eso se debe tomar en cuenta.
  • Límites y normas. Es necesario fijar reglas que puedan seguir y deben ser explicadas de manera clara y sencilla. El lenguaje debe ser el adecuado con relación a la edad del niño.
  • Escuchar su versión de los hechos siempre. Esto es muy importante, los niños deben poder expresarse y en función de ello poder hacerles ver lo que está mal.
  • Es necesario hacerles saber cuándo se están portando bien. No solo es necesario hacerles saber cuándo se están portando mal, se necesita también lo contrario. De esta manera, se deja claro las dos visiones.
  • No usar la violencia como medio de castigo. Recordemos que esta es una de las principales causas para que los niños sientan miedo en vez de respeto.
  • Ofrecerles estrategias de diversión y entretenimiento. Una de las principales causas por las que los niños se meten en problemas, es por el simple hecho de estar aburridos.