Tomar batidos de proteínas, ¿sí o no? Esa es la pregunta del millón que muchos nos hacemos cuando entrenamos, vamos al gimnasio o simplemente queremos ver mejores resultados en nuestro organismo. La leyenda popular y los expertos se enfrentan para dar a conocer los pros y contras que tienen estos suplementos que, a priori, no parecen necesarios en nuestro organismo con una buena alimentación.
Una de las leyendas populares más antiguas recalca que con una buena alimentación, equilibrada y saludable, sumada a ejercicio físico diario, sería más que suficiente para obtener las metas propuestas y con ello tonificar, aumentar masa muscular o sacar a relucir diferentes músculos del cuerpo. Sin embargo, y a pesar de lo importante que es mantener una buena alimentación, mucha veces este tipo de nutriente no es lo único que nos hace falta para mostrar el torso soñado o simplemente evitar dañar nuestros músculos en los entrenamientos.
Las proteínas no solo son necesarias para mantener y crear nuevo músculo, sino que además tienen funciones principales de reparación de tejidos y de cicatrización, funciones hormonales y enzimáticas, y también pueden llegar a ser como fuente de energía en caso de que fuese necesario.
Para mantener la masa muscular y no caer en la desnutrición, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona sana debería consumir mas o menos de 0,8 gramos por kilo y día de proteínas. O explicado de otra forma, alrededor de 60 gramos de proteínas al día si se pesa 75 kilos aproximadamente, por ejemplo.
Es muy frecuente que empecemos la casa por el tejado cuando vamos a emprender nuevos proyectos, y el inicio de las sesiones del gimnasio no son una excepción. Lejos de intentar empezar poco a poco, una de las primeras dudas entre los iniciados suele ser la toma de suplementos, donde las proteínas en polvo son el caballo de batalla de esta industria en auge. A pesar de ello, su consumo puede ser prácticamente inservible si no se ingieren de la manera adecuada, en el momento necesario o en cantidades inapropiadas.
Existe un amplio muestrario de batidos proteicos. Principalmente tenemos los batidos cuya fuente de proteína viene de una fracción de la leche. También hay otros batidos que provienen proteínas son de la ternera, o incluso batidos de proteínas con fuentes vegetales como por ejemplo guisante.
Dentro de los más consumidos, los batidos se pueden encontrar tres tipos clasificados en función de la digestibilidad de las proteínas. Esto es un punto referente que hay que tener muy en cuenta, ya que va a influir en la celeridad en la que el cuerpo va a absorber los aminoácidos. Los tres tipos de batidos provenientes de la leche son: concentrado,
aislado e hidrolizado. Estas variedades se las encontramos clasificadas de menos a mas por la velocidad de absorción de aminoácidos.
La comodidad es el mayor aspecto positivo para las proteínas en polvo, especialmente para los atletas o aquellos que buscan complementar su dieta diaria. No en vano, es mucho más sencillo de transportar y de ingerir en cualquier momento que, por ejemplo, llevar a cuestas un yogur y un bote de nueces para ingerir tras una sesión de ejercicio físico.
Otra de las propiedades que tienen estos compuestos es que te ayudan a perder grasa, gracias al potente efecto saciante que tienen las proteínas. Estas ayudan a que nos sintamos saciados durante mucho más tiempo que si comiésemos, por ejemplo, entre comidas, cualquier producto hecho a base de grasas e hidratos de carbono, que justo tienen el efecto contrario, el de darnos más hambre. Asimismo, el efecto térmico al que se obliga al organismo para destruir las proteínas hace que se consumas más energía que si solo se basase la alimentación en carbohidratos y grasas.
Por el contrario, demasiada proteína (desde el 35% de las calorías diarias recomendadas en adelante), puede provocar problemas de salud como náuseas, calambres, fatiga, dolores de cabeza, etc…
Algunos expertos consideran que el exceso de proteínas puede sobre exigir a los riñones. Esto puede causar problemas a las personas con complicaciones renales existentes. Además, puede provocar aumento de la excreción de calcio, lo que provoca la debilitación ósea. También se corre riesgo de deshidratación para aquellos que consumen muchas proteínas.
En resumen, los batidos de proteínas son un buen complemento siempre y cuando sean un complemento de una dieta equilibrada y variada; y su ingesta esté justificada con la carga de ejercicio físico adecuada, pero en ningún caso pueden ser ningún polvo o suplemento un sustituto de la comida.